martes, 29 de mayo de 2018

El ADN de los descendientes incas modernos muestra los orígenes de este imperio.

Investigadores en Perú piensan que han rastreado los orígenes de los Incas -la civilización prehispánica más grande de las Américas- a través del ADN de los descendientes modernos de sus emperadores.



Los Incas controlaban un vasto imperio llamado Tahuantinsuyo desde su antigua capital Cusco, que se extendía desde el oeste de la actual Argentina hasta el sur de Colombia.

Los incas gobernaron durante más de doscientos años antes de ser conquistados por los invasores españoles en el siglo XVI.

El imperio inca incluía la ciudadela de Machu Picchu en la cima de la montaña en el Perú modern.

Los investigadores Ricardo Fujita y José Sandoval de la Universidad de San Martín de Porresit de Lima, luego de fascinarse por la cultura Inca, sus habilidades organizativas y su dominio de la ingeniería, se interesaron por el perfil genético de sus descendientes.

Dijeron que la meta del estudio era revelar si existía un patriarca Inca único.

Fujita dijo: “Es como si fuera una prueba de paternidad, no entre padre e hijo, sino entre personas”.

Los científicos estaban interesados en verificar dos leyendas comunes sobre el origen de los Incas.

Una los atribuye a una pareja de los alrededores del lago Titicaca, en la región peruana de Puno. 

La otra identifica a los primeros Incas como los hermanos Ayar de la montaña de Pacaritambo en la región del Cusco.

Para el estudio, se tomaron muestras de ADN de los habitantes de ambos lugares.

Fujita señaló: “Luego de tres años de rastrear las huellas genéticas de los descendientes, confirmamos que las dos leyendas que explican el origen de la civilización Inca podrían estar relacionadas”. 

“Más de 3000 personas fueron comparadas con nuestra base genealógica para reconstruir el árbol genealógico de todos los individuos”, dijo Fujita.

Al final, redujimos esta base a casi 200 personas compartiendo similitudes genéticas cercanas a la nobleza inca.

El estudio había publicado algunos resultados preliminares en abril, en la revista Molecular Genetics and Genomics.

Sandoval dijo: “La conclusión a la que llegamos es que la nobleza del Tahuantinsuyo desciende de dos líneas, una en la región del lago Titicaca y la otra alrededor de la montaña de Pacaritambo en Cusco. Eso confirma las leyendas”.

Pero también confirma que las dos leyendas estaban relacionadas.

Agregó, “probablemente la primera migración vino de la región de Puno y se estableció en Pacaritambo por algunas décadas antes de dirigirse a Cusco y fundar el Tahuantinsuyo”.

Pero el trabajo de los investigadores no se detiene ahí. Ahora quieren ir más atrás en el tiempo.

Para proseguir con la investigación, Fujita dijo que tienen que analizar el ADN de reliquias antiguas, como momias, “para formar el cuadro más completo del origen de la civilización prehispánica más importante”.

La tarea es súmamente complicada debido a que los conquistadores españoles, que llegaron en 1532, destruyeron momias incas que las familias veneraban, mientras buscaban convertir a la gente al cristianismo.

Ahora, los investigadores están buscando dónde están enterrados los descendientes más directos de los Incas para rastrear su historia.

El análisis de ADN se añadiría a la investigación arqueológica y antropológica para entender el origen exacto de la gente.

Fujita dijo: “En este caso, utilizamos la genética, la transmisión de las características moleculares a través de las generaciones”.