sábado, 4 de noviembre de 2017

Encuentran miles de pinturas rupestres pertenecientes a una civilización caribeña perdida.

Arqueólogos de las universidades de Leicester y Cambridge, el Museo británico y el centro de estudios avanzados de Puerto Rico han descubierto la mayor concentración de arte Taino del mundo situado en la pequeña y remota isla deshabitada de Mona, a medio camino entre Puerto Rico y la República Dominicana.

Las caras estilizadas son una característica común de la iconografía con ciertas formas como ésta repetida constantemente en diversos sistemas de la cueva. Crédito de la imagen: Museo británico.

Por el momento se han encontrado miles de pinturas y dibujos "taínos" con cabezas de animales y rostros humanos, a menudo híbridos, mezclados y entrelazados con abstractos patrones geométricos y curvilíneas desconocidos hasta la fecha.

Sólo 30 de las más de cien cuevas en la isla han sido exploradas, por lo que es probable que se descubran más pinturas.

La mayor parte de las representaciones artísticas encontradas hasta ahora datan de los siglos XIV y XV dicen, los arqueólogos.

La investigación ha descubierto las técnicas utilizadas en la creación de las pinturas rupestres, tales como el uso de murciélago o excremento de guano.

"Las pinturas se hicieron con excremento de murciélago que había sido absorbido naturalmente durante muchas décadas los minerales amarillos, marrones y rojos de la" pisos de cuevas. A veces la resina de plantas fue agregada para ayudar a la pintura del excremento del murciélago (Guano) adherirse a las paredes de las cuevas. Otras imágenes fueron creadas simplemente a través del uso de crayones de carbón, "Escriben los investigadores en un papel titulado ' artistas antes de Colón: una caracterización de múltiples métodos de los materiales y prácticas del arte rupestre del Caribe."

En esta imagen, el artista utiliza el contraste entre la pared de la cueva más oscura y el diseño blanco. Crédito de la imagen: Jas Press.

A veces los antiguos artistas agregaban resina vegetal para que la pintura se adheriera a las paredes de la cueva. La técnica fue simple pero efectiva, ya que estos dibujos han permanecido en las cuevas por más de 500 años.

Las cuevas desempeñaron un papel fundamental en la religión y en la sociedad Taina.

Según la mitología Taina, las cuevas eran consideradas el origen de los primeros seres humanos, así como la luna y el sol.

Además, las cuevas eran a menudo usadas como cementerios, y eran vistas como espacios donde los espíritus ancestrales y las divinidades podían comunicarse con los vivos.

Se cree que la repercusión de esta cultura superó las costas de la isla y que tenía una importancia religiosa, ceremonial y ritual para las civilizaciones del Caribe central, especialmente en lo que ahora es Puerto Rico y la República Dominicana.

Curiosamente, hay evidencia arqueológica precolombina que lo vincula culturalmente a ambos lugares.

Gracias a la civilización Taina los europeos descubrieron el caucho, el tabaco, las papas, el maíz dulce y muchas frutas. De hecho, las palabras modernas "canoa", "hamaca", "tabaco", "huracán", "maíz", "papa", "guayaba", "Papaya", "sabana" y "barbacoa" son préstamos lingüísticos de la lengua Taina, señala The Independient.

Además, los nombres de muchos pueblos y ciudades del Caribe se originaron en esta cultura.

El nombre de la región del Caribe es también de origen Taino.

Diseño geométrico con marcas solapadas. Crédito de la imagen: Jas Press.

Un observador Español de principios del siglo XVI describió ceremonias Tainas en las que los participantes entraron en trance gracias al consumo de semillas de plantas especiales.

Durante estos procesos alucinógenos, los chamanes taínos intentaron comunicarse con los antepasados y las divinidades de su comunidad.

Es, por tanto, posible que el arte rupestre de Mona fuera fomentado por antiguas drogas alucinógenas.

Esta obra arqueológica es de gran importancia, no sólo para mostrar al mundo, en general, las extraordinarias representaciones artísticas de una cultura perdida, sino también para ayudar a los descendientes de los taínos a comprender mejor sus orígenes.

"Para los millones de indígenas que vivieron en el Caribe antes de la llegada a Europa, las cuevas representaron portales espirituales y, por lo tanto, estos nuevos descubrimientos capturan la esencia de sus sistemas de creencias y los pilares de su identidad cultural", dice Jago Cooper, un arqueólogo del Museo británico.