Según John Sotos, jefe de los servicios médicos de Tech Giant Intel, la biotecnología es la mayor amenaza para la estabilidad de la raza humana.
"En la tierra, el control de los factores endógenos que podrían destruir la civilización – a saber, el agotamiento de los recursos maltusianos, las armas nucleares y la corrupción ambiental – hasta ahora ha descansado con las pocas personas que comandan grandes arsenales nucleares o dirigen la mayores economías nacionales. Sin embargo, las tecnologías emergentes podrían cambiar esto ", escribió Sotos en el estudio.
Esto fue presentado por Sotos en un estudio recientemente publicado donde dice que nuestra especie podría desaparecer en sólo mil años.
La tecnología es el mayor peligro para la humanidad, para la civilización. Cuanto más nos desarrollamos como especie tecnológica, más peligros emergen, y Sotos observa que nuestro rápido avance en la tecnología eventualmente nos verá desaparecer como una especie.
La biotecnología, y no la inteligencia artificial, la mayor amenaza para la civilización según John Sotos.
Sotos señala en el estudio cómo "en la tierra, las pandemias microbianas han terminado con civilizaciones no técnicas." Los fármacos antimicrobianos mitigan estos riesgos sólo parcialmente. Los asesores del Presidente de los Estados Unidos ya han advertido que el rápido progreso de la biotecnología pronto puede hacer posibles microorganismos diseñados que tienen serios potenciales para el uso destructivo de Estados y de individuos técnicamente competentes con acceso a modernas instalaciones de laboratorio.
En los últimos años, cada vez más personas tienen acceso a la ingeniería genética, una tendencia que, según el científico, implica un aumento en el mal uso de los productos biotecnológicos, así como la posibilidad de accidentes.
"La biotecnología es inevitablemente amenazadora porque es intrínsecamente de doble uso: curar la enfermedad genética permite causar la enfermedad genética", escribe Sotos.
Además, el experto concluyó que en la vía Láctea no hay otra forma de vida, ya que cualquier civilización con el uso de la razón probablemente ya está extinguida, precisamente por el desarrollo tecnológico:
Hasta la fecha, en un universo visible de ≈ 1024 estrellas y sus planetas, sólo la tierra muestra evidencia de vida inteligente. Esta aparente paradoja, señalada por Enrico Fermi y otros, podría ser explicada por un "gran filtro" que impide que las civilizaciones comunicantes se conformen o sobrevivan. El gran filtro puede ser de origen tecnológico si "prácticamente todas las civilizaciones suficientemente avanzadas eventualmente la descubren y su descubrimiento conduce casi universalmente a un desastre existencial".
En general, por lo tanto, aconsejaría a civilizaciones técnicas avanzadas que optimicen no en el cómputo megascale ni la ingeniería ni la energía, pero si en la defensa contra amenazas existenciales autoreplicables individualmente portables, tales como microbios o nanomáquinas, concluye Soto.