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jueves, 28 de septiembre de 2017

PREOCUPANTE: Científicos encuentran que el vórtice polar está cambiando.

Según científicos, el cambio climático ha causado serios daños en el Ártico.

Posición del vórtice polar y área fraccional de las regiones cubiertas por el vórtice polar. 

De hecho, un estudio muestra que el vórtice polar está cambiando y que hará que los inviernos en la costa de los Estados Unidos y partes de Europa duren aún más tiempo, con temperaturas excepcionalmente frías que se espera que fluctúan a lo largo del año.

El vórtice polar es un área de aire fresco que remolina alrededor del Ártico durante el invierno.

Cuando se separan partes del vórtice pueden causar condiciones inusualmente frías a finales del invierno y comienzos de la primavera en el hemisferio norte.

Este cambio ocurrió por última vez en el 2014, desencadenando un evento extremo en el norte de Estados Unidos y Canadá.

Pocas personas saben que en realidad hay dos vórtices polares: el vórtice polar estratosférico, que se encuentra a unos 19.800 metros (65.000 pies) por encima de la superficie de la tierra; y el vórtice polar de la troposfera que yace aproximadamente entre 5.500 a 9.100 metros (18.000 a 30.000 pies) sobre la superficie.

Usualmente, cuando los meteorólogos hablan del vórtice polar, se refieren al vórtice de la troposfera, que está rasgando y sumergiendo el aire frío hacia las ciudades de latitud media, como Nueva York.


Pero este estudio se centró en el vórtice polar estratosférico, que puede tener un efecto mayor pero más sutil sobre el clima en las latitudes medias.

Después de ver los datos satelitales durante las últimas tres décadas, el equipo de investigadores pudo demostrar que el vórtice polar estratosférico ha ido avanzando hacia el continente Eurasia, y se ha vuelto cada vez más débil en los últimos 30 años.

Esto puede sonar bueno para los amantes del clima cálido, pero un vórtice polar más débil significa un vórtice que es más probable que se rompa, y esas rupturas catapultarían inusuales inviernos con "ráfagas" cargadas de aire frío para el resto del mundo.

Cuando el vórtice polar es fuerte, por el contrario, se las arregla para contener muy bien el aire frío en el círculo polar ártico.

El debilitamiento del vórtice polar no es necesariamente nuevo – es algo que varios estudios han demostrado en los últimos años.

Pero este estudio también muestra que el vórtice se está alejando de Norteamérica y hacia Europa y Asia durante febrero de cada año – y que este cambio podría hacer que la costa este de los Estados Unidos y otras partes del mundo sea aún más fría.

Sin sorprender, el estudio también encontró que este cambio en el vórtice está "estrechamente relacionado" con una disminución de la cubierta de hielo del Mar Ártico – especialmente en los mares de Barents-Kara – y un aumento en la cubierta de nieve en el continente Eurasia.

Pero ese vínculo sigue siendo un poco tenue.

El principal problema aquí es que los investigadores han encontrado una correlación, pero nadie ha sido capaz de mostrar exactamente cómo el derretimiento del hielo en el Mar Ártico está causando que cambie el vórtice polar.

"Creo que el documento ha proporcionado pruebas suficientes para apoyar sus conclusiones, pero obviamente un documento no resolverá un problema", dijo James Screen, un científico del clima de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, que no participó en la investigación.

El equipo admite que no tienen todas las respuestas en este momento, pero la relación entre el vórtice polar y la pérdida de hielo ártico hace que valga la pena investigar más.

En el estudio, los expertos han concluido que "el cambio potencial del vórtice causará la pérdida de hielo marino persistente en el futuro, y su impacto climático asociado merece la atención para restringir mejor el cambio climático en el futuro".

En el futuro próximo los investigadores tendrán muchas oportunidades de explorar este fenómeno, con la temperatura en el polo norte que es de 36 grados Fahrenheit (20 grados centígrados) más caliente de lo que debería ser.

La investigación ha sido publicada en Nature Climate Change.