sábado, 26 de agosto de 2017

¿Cuál es la mejor manera de buscar alienígenas?

Un experimento de 1990 podría proporcionar la respuesta.


Uno de los misterios más grandes del universo es si hay vida en otros planetas. 

Hay un montón de planetas por ahí, así que puede parecer que la respuesta es probable que sí, pero hasta ahora no hemos encontrado ninguno.

Pero, ¿cómo vamos a encontrar la vida en otro mundo en primer lugar? 

PBS Space Time realizó un experimento realizado en 1990 que podría darnos algunas pistas:

En 1990, la nave espacial Galileo estaba en camino a Júpiter, y el astrónomo Carl Sagan tuvo la idea de usarlo como una prueba para ver si podía detectar signos de vida en la tierra. 

El equipo de Galileo apuntó las cámaras y los sensores de la nave espacial a nuestro punto azul pálido y recogió una serie de señales de vida, lo que motivó una cuestión de 1993 de la naturaleza a preguntar: "¿Hay vida en la tierra?"


Uno de los signos más claros de vida en la tierra recogido por Galileo — además de las señales de radio que la nave espacial detectó — fueron los datos de la atmósfera. 

Galileo miró las longitudes de onda de la luz dejando la tierra, y usando esos datos Galileo podría determinar los tipos de moléculas en nuestra atmósfera. 

Algunas de esas moléculas — como el dióxido de carbono y el vapor de agua — son bastante normales para cualquier planeta, pero otras son menos.

Por ejemplo, Galileo detectó oxígeno en nuestra atmósfera. 

El oxígeno es una buena señal de que la fotosíntesis está ocurriendo en el planeta, pero hay otras maneras de producir oxígeno, así que no es la pistola humeante que estamos buscando. 

Más importante son los compuestos como el metano y el óxido nitroso, que típicamente no duran mucho tiempo en la atmósfera. 

La única forma en que esos compuestos podrían aparecer es si algo en el planeta los producía.

Los planetas alienígenas son casi ciertamente diferentes de los nuestros, y su química podría ser diferente, pero en busca de signos de productos químicos que probablemente no debería existir en un ambiente sin vida es una buena señal de que algo sigue poniéndolos allí. 



Con nuestros próximos grandes telescopios podríamos finalmente poder mirar las atmósferas de los planetas alrededor de otras estrellas, lo que significa que podría ser sólo cuestión de unos pocos años más antes de encontrar la vida en algún otro lugar en el cosmos.